Una parte de mí se había
roto,
era mi corazón.
Cada pedazo de él tenía
su nombre,
su olor, su voz, su
sonrisa, todo.
Simplemente se había desvanecido,
todo había acabado.
Sucumbimos en un último
abrazo,
un último beso y un adiós.
Pasan los días y aun siento
el dolor,
punzante y palpitante
en mi pecho,
Una daga se clavaba
en mí al recordar sus palabras
Los últimos versos.
Una parte de mi moría,
lentamente,
la otra parte repetía
mil veces un “te lo dije”
Pero cada pedazo de
mi corazón respondía
“Sí, pero valió la
pena”.
Pueda que me duela
demasiado
pero esta vida no sería
la misma
si no hubieras estado
a mi lado,
porque aunque todo
haya terminado
eres la persona que
más he amado.